Cuando se aproxima el fin de nuestra actividad profesional deberíamos plantearnos, si hablamos de fotógrafos, qué hacer con nuestro archivo. Estos archivos son imágenes que tienen un valor ya sea material, emocional, histórico, arquitectónico o simplemente fotográfico. Esta inquietud puede ser perfectamente trasladable a otros grupos de profesionales: arquitectos, escritores, músicos... o cualquier otra profesión que pueda generar una documentación con un cierto interés en el futuro.

Es aconsejable afrontar esta realidad, la del destino de nuestro legado, antes del fin definitivo de nuestra actividad, para evitar que otras personas tomen decisiones quizás poco fundamentadas o contrarias a nuestros deseos e intereses, ya que el conocimiento que puedan tener de nuestra obra siempre será menor que el propio. ¿Quién mejor que nosotros para saber el lugar más óptimo donde puede estar este compendio profesional?

Durante unos años mi actividad profesional ha estado muy relacionada con el mundo de los archivos fotográficos, como responsable del archivo fotográfico del Colegio de Arquitectos de Cataluña.  En concreto entre otros temas gestionando el fondo fotográfico de Francesc Català-Roca y esta aproximación a la realidad de los archivos me ha hecho reflexionar sobre qué hacer con nuestros fondos una vez ya dejamos de realizar nuestro oficio.

1 - ¿Quién ha de resolver el futuro de toda nuestra documentación? La decisión la debería tomar el autor y propietario del material, él es quien conoce con mayor profundidad su contenido y todos los matices son importantes, eso sí con todos los asesoramientos que sean necesarios.

c . Hacer un listado de los posibles centros donde depositar, ceder o donar nuestro archivo (museos, archivos, instituciones cercanas a la actividad profesional del autor de la documentación). Si tenemos claro que el material debe ser tratado y manipulado por gente entendida, nos quedará entonces decidir qué institución lo hará mejor, ya que esta puede condicionar mucho su manipulación. Dependiendo del interés del material generado habrán más o menos instituciones interesadas en él. Es posible que todavía no exista la institución de referencia que quizá debería ser la destinataria de la documentación, entonces tendremos que buscar alternativas más locales o más gremiales, todo dependerá naturalmente de lo que hayamos hecho durante nuestra actividad profesional. Por ejemplo, ¿donde podría depositar su archivo un fotógrafo de arquitectura? Una de las opciones podría ser, si lo hubiera, un Museo de la Fotografía o un centro de referencia de la imagen, al no existir tendremos que buscar otras instituciones próximas a la especialidad del fotógrafo. Otra posibilidad sería el Archivo Fotográfico de Barcelona si nuestra actividad estuviera básicamente centrada en la capital catalana. En cualquier caso será necesario estudiar cómo gestionan los derechos de autor de las imágenes. El MNAC, este sería el caso si dispusiéramos de la copia final (son los positivos acabados y ampliados por el propio fotógrafo), no gestionan archivos y por ser una Institución con una proyección importante el material debe estar acorde con el Museo. En el MACBA, con su centro de documentación, también tendría cabida, en este caso la obra debería de tener igualmente una cierta relevancia y estar comprendida en el período de arte "contemporáneo" que es el que acogen. Nos quedarían instituciones como el Colegio de Arquitectos de Catalunya, en concreto el Archivo Histórico, que a pesar de ser un centro especializado en fondos de arquitectos, también custodian documentación que no provenga estrictamente de los arquitectos. El listado podría ser interminable.

4 - Una vez tomada la decisión, ¿Cómo cerramos el trato? Será necesario formalizarlo a través de un contrato donde quede claro el tipo de ingreso (donación, cesión, depósito, etc.) y también otras condiciones:

III Jornada de ARQUITECTURA y FOTOGRAFIA 2013

Lugar: Zaragoza

Día: 16 de mayo 2013 

Más info: arquitectura.unizar.es