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Explicar y / o interpretar la arquitectura a través de la fotografía ha sido un ejercicio que ha ido ligado a las corrientes fotográficas y arquitectónicas. Cuando ha sido necesario la fotografía ha destacado las geometrías simples de los edificios o el uso de nuevos materiales: hormigón, vidrio, acero ... En otras ocasiones, los elementos de la naturaleza y la sensualidad de las formas han sido fuente de inspiración y la cerámica, el hierro y la madera trabajada se han mostrado en las imágenes.

La ortodoxia de la fotografía de arquitectura nos ha hecho trabajar con cámaras de gran formato, también denominadas de banco óptico, de placas o técnicas. Estas cámaras permiten obtener unas imágenes de gran calidad (esto viene dado por el tamaño del negativo o la transparencia en el caso de las analógicas y por el sensor con respecto a las digitales) pero lo más destacable es el gran número de posibilidades que tienen tanto en la óptica como en el respaldo (movimientos, desplazamientos y basculamientos). Esta peculiaridad tan especial y única de estas cámaras es la que nos corrige las perspectivas de los edificios, nos da puntos de vista únicos y nos garantiza, si queremos, una profundidad de campo de "0" a "infinito". Como dice la ley de Scheimpflug: "se consigue la máxima profundidad de campo en el plano del motivo cuando las prolongaciones imaginarias de éste, el de la lente y el de la película o sensor coinciden en un punto común".

Las imágenes que se obtienen con las cámaras de placas están pensadas, en general, sin el tratamiento digital posterior, es decir, que lo que nos muestra el cristal esmerilado del respaldo es ya una imagen enfocada, con la corrección de las perspectivas pertinente y desde el punto de vista elegido para evitar los objetos que podrían estorbar. Por lo tanto, en el momento de la toma fotográfica es cuando solucionamos todos los elementos que componen la imagen y la vemos tal y como será definitivamente. Detrás de la cámara y ante la escena lo resolvemos casi todo.

Estudio EOS--AF, Cámaras técnicas también dichas de placas, banco óptico o gran formato.	Posibilidades de desplazamiento de una cámara de placas	Canon EOS 5-D con ópticas ptiques desplazables.

Queda clara la gran versatilidad y calidad que se obtiene usándolas, pero como en casi todas las cosas también tienen servidumbres o inconvenientes: el peso, el volumen del equipamiento, el gran coste y que casi siempre se debe ir acompañado de un ayudante. Entonces, ¿es posible obtener resultados similares o mejores con el uso de cámaras de otros formatos para fotografiar arquitectura? Con algún matiz, pero claramente, sí.

Ahora trabajamos habitualmente con cámaras de 35 mm digitales con ópticas que permiten desplazamientos y también con cámaras de medio formato también digitales. Como lo que obtenemos es un archivo digital, a través de programas de postproducción podemos tratar las imágenes. Este proceso adquiere una gran importancia, todas las imágenes pasan por el tamiz del retoque. De hecho en el momento de la toma fotográfica, ante la escena, ya pensamos en las posibilidades y  opciones de mejora que podrá tener esa fotografía con posterioridad ante el ordenador y entonces optamos por una o varias tomas con diferentes velocidades de obturación: podemos generar grandes profundidades de campo, podemos hacer tomadas por las altas luces, o hacer otras por las sombras, podemos corregir la temperatura de color, hacer panorámicas, sacar objetos y elementos que molestan, podemos restaurar y limpiar elementos de un edificio ... todo ello con una calidad de imagen excelente: archivos de 60 Mb con una profundidad de color de 16bits.

Fotografía antes del retoque	Fotografía retocada: Textura del cielo, oscurecer pavimento, restaurar lamas madera fachada, ventana quiosco, niveles, saturación.

Actualmente todos los trabajos los entregamos en soporte digital, al margen del formato de la cámara: bien porque la cámara ya es digital, bien porque se ha tenido que escanear la película o placa. Las posibilidades que nos ofrece la postproducción digital de una imagen son enormes.

La cultura visual ha ido asumiendo e incorporando como "normal" muchos avances de la técnica y de las tendencias fotográficas. Hace muchos años que las cámaras fotográficas, las de banco óptico, permiten corregir las fugas de las perspectivas en fotografía arquitectónica. Ahora, al margen de la cámara utilizada, una imagen de arquitectura no es "aceptada" sino tiene esta corrección de líneas, y este resultado se puede obtener perfectamente con cámaras de 35 mm, como ya apuntábamos antes, con ópticas desplazables y con la postproducción.
Las situaciones de gran contraste de luz son de difícil resolución: la latitud de las películas y sensores tienen un límite. Si queremos tener textura en las sombras, las altas luces nos quedan sobreexpuestas y al contrario, una exposición correcta a las altas luces equivale a una subexposición en las sombras. Actualmente a través de la postproducción de la imagen es posible obtenerla expuesta correctamente en las luces y sombras.

Fotografíoa con corrección niveles	Retoque pavimento, fachada...

A veces por mucho que se modifique el punto de vista, no hay manera de evitar que un elemento pase por delante de una fachada. Lo que antes era una "normalidad", como el cable tapando o molestando, ahora es posible que desaparezca sin perjudicar ni modificar la fachada.
Las dominantes de las diferentes temperaturas de color: tungsteno, fluorescencia, halógeno, nube, etc., Se pueden resolver con facilidad ya desde el archivo RAW.

A pesar de los esfuerzos para coordinar la mejor fecha para hacer el reportaje fotográfico, siempre -es la ley de Murphi que continúa vigente- hay algún elemento o inconveniente en la obra: un pavimento agrietado que no ha podido ser reparado a tiempo, la limpieza se ha hecho a medias, un cable que aún no ha sido retirado, hormigón húmedo ... pues bien, muchos de estos inconvenientes también se pueden resolver con un tratamiento posterior en el ordenador.

Aún así debemos dejar muy claro que técnica y económicamente SIEMPRE es mejor y más rentable fotografiar el edificio o la obra cuando esté lo más acabada posible, que tener que resolver después ante el ordenador, estas horas también se contabilizan. Existe la creencia de que con el retoque digital es posible todo, que pulsando un tecla desaparecen los cables eléctricos, las grúas, las casetas de obras, los coches ... pues NO. Sí es posible rehacer, retocar, mejorar muchas cosas pero no pulsando únicamente una tecla, eso son horas de trabajo.

Archivo RAW "1"	Archivo RAW "2"	Panorámica construida con archivos "1" i "2", retoque cables, rótuloss...

Es posible también el retoque digital de antiguos reportajes fotográficos.  Previamente es necesario estudiar cada caso, pero la digitalización de fotografías y el retoque permite mejorarlos mucho.

El resumen podría ser: fotografiar arquitectura con diferentes herramientas para la obtención de la misma o mejor calidad, de una forma más económica y más sostenible.

El equipo que formamos a EOS-AF (Estudio Orpinell & Sánchez - Artesanía Fotográfica) sabemos las posibilidades que nos ofrece el mundo digital y las aprovechamos todas, si fuera necesario trabajando píxel a píxel, con el objetivo de siempre: la calidad del resultado final.

III Jornada "Arquitectura y Fotografia"
Lugar: Colegio de Arquitectos de Aragón
Día: Jueves, 16 de mayo de 2013
Ponentes:
- Fredy Massad: Una lectura teórico crítica de la relación disciplinar.
- José Hevia: La fotografía profesional de arquitectura.
- Jesús Marina: Aspectos más próximos a la dimensión artística.
- Jaume Orpinell: Archivoss fotográficos. F.Català-Roca

Cartel de la Jornada del 2012