A las 9 y cuarto estamos delante de Can Rectoret, la obra está terminada y la brigada de limpieza ha hecho bien su trabajo. Hacemos una nueva visita acompañados en esta ocasión por Raúl. Todo está listo para inmortalizar Can Rectoret. Hay edificios que por su situación, complejidad, tipología arquitectónica tienen un plus de dificultad, en este caso no es así, no hay, aparentemente, impedimentos, el entorno es generoso y nos permite situarnos donde queramos. No hay elementos, ni coches que obstaculicen los puntos de vista deseados. Es un edificio de nueva planta. El día es claro, con mucho sol, el cielo se nos ofrece con un azul muy potente, no nos acompañará ninguna nube, la sesión promete!
Montamos los equipos, las dos cámaras sobre los trípodes. Primero haremos las tomas exteriores, las de las fachadas orientadas al este y al sureste, hay que aprovechar este primer sol. Tenemos algunos puntos de vista ya pre establecidos, es el resumen de nuestros apuntes y del resultado de las conversaciones con los autores de la obra. Nos situamos en el lugar adecuado, entonces, a través del visionado con la cámara acabamos de afinar el punto exacto. Uno de los momentos mágicos de la fotografía es cuando te abstraes de todo el alrededor y sólo te concentras con lo que ves a través del visor: las líneas del edificio marcan la composición, pero también lo hacen las sombras que son fuertes y pronunciadas. El entorno verde de los árboles es importante, así como el azul del cielo. A medida que vamos entrando en el edificio y nos lo vamos haciendo nuestro aparecen nuevos posibles encuadres, los ángulos y los perímetros del edificio varían constantemente y nos ofrecen mil posibilidades, pero tenemos claro cómo lo queremos fotografiar, interpretar y explicar.
También queremos destacar los materiales empleados. La chapa perforada que filtra un% de la luz, el diámetro de los agujeros elegidos da la permeabilidad suficiente, sin olvidar la seguridad exigida. La penetración de la luz por estos orificios produce unas sombras muy texturadas en el interior, el resultado es espectacular, sobre todo en la sala polivalente. También las diferentes tonalidades del tocho en la fachada nos permite hacer juegos compositivos. El naranja nos da la bienvenida en el hall de entrada. Hay reflejos y puntos de vista desde el interior que sitúan el edificio en relación a su entorno: el Tibidabo y la Torre de Collserola.
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Jaume Orpinell, Julio Garnica
y Raüel Fiestas
Foto: Daniel Sánchez |
Quedamos otro día para hacer una sesión de tarde, con la luz en la fachada oeste y más tarde, al atardecer, buscar la transparencia jugando con la luz que genera Can Rectoret, es cuando se equilibran las luces artificial con la del sol . Es un día ideal para hacer fotografía, el cielo es generoso en nubes de diferentes tonalidades, de vez en cuando se filtra la luz solar entre ellos y nos regala imágenes de cielos grises con nubes y sol. Acabamos de hacer la sesión prácticamente a las diez de la noche, cuando la luz del interior vence al sol, también hemos terminado de documentar las diferentes estancias.
Ahora, una vez terminado el reportaje, empieza una parte de nuestro trabajo no muy conocida, pero igual de importante: el tratamiento digital de la imagen, es el momento en que los detalles dan más calidad a la fotografía: la limpieza de la fachada de tocho, el ajuste de las perspectivas, el fusionar diferentes tomas a través de las capas para obtener detalle en las luces y las sombras, la de eliminar reflejos indeseados y manchas en el hormigón... es el momento los acabados "fotográficos".
Las cámaras idóneas para fotografiar arquitectura son las de banco óptico (las de placas), nos ofrecen la posibilidad de desplazamientos de ópticas y la correspondiente corrección de perspectivas en el momento de hacer la fotografía, pero ahora, las cámaras digitales con objetivos desplazables y los programas de tratamiento de imágenes nos ofrecen las mismas soluciones, con cámaras menos pesadas. Después de unos días de trabajo en el estudio vamos comentando los retoques con Daniel, estamos contentos del resultado final.
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Can Rectoret
Fachada oeste. |
Quedamos con los arquitectos para enseñarles el reportaje, es el momento de la entrega de la obra, lo hacemos con un monitor grande y calibrado, es para no perdernos ningún matiz, ningún detalle y es la manera correcta de hacerlo. Nos muestran su satisfacción por el trabajo. Nosotros también lo estamos.
PD. Puedes ver el reportaje entero en el siguiente enlace "Can Rectoret"
Jaume Orpinell
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